Anteayer me pasó una cosa fuera de lo común. Tengo una nidada de Agapornis roseicollis cuyo miembro mayor andará por encima de los 12 días, y los demás edad consecuente ( nacen cada dos días aproximadamente). Eran 4 pollos, y quedaba un último huevo ( por cierto, hijo de otra hembra distinta). Este huevo llevaba más de una semana de retraso respecto de los detrás, y en las revisiones con el ovoscopio ( se puede mirar con una pequeña linterna cúal es el estado del pollito) no se observa la adecuada vascularización, y la cámara de aire crecía y crecía.
El jueves decidí abrirlo por fin, dándole totalmente por perdido. Por si acaso, como siempre, empecé a abrirlo por la cámara aérea... y nada más romper vi que estaba ... demasiado fresco. Ya me pegué el disgustazo, movida organizada. Pero ojo, miré con atención y me fijé que estaba poco vascularizado, y el pollito se movía mucho, como si estuviese a término.
Poquito a poquito me atreví a quitar más membrana, y decididamente el pollito estaba a término. Con cuidado miré si el saco vitelino estaba absorbido, y así era. Así que finalmente le saqué del todo, y el animalito estaba perfectamente.
La oportunidad de abrir un huevo que ni siquiera estaba picado, y que el pollito de dentro salga vivo... es de una en un millón
Ahora estoy criándole a medias con los padres, cuando estoy en casa le meto en su cajita y manta térmica, y cuando me voy, le devuelvo con sus padres (dado la enorme diferencia de edad y tamaño con el cuarto hermano) para ver si se ocupan de él .
Hoy por primera vez fué alimentado por sus padres.... a ver si consigue salir adelante.