Por fin tengo unos terrarios donde puedo ver a mis tarántulas... que oye, a mucha gente le darán asco, pero me parecen la mar de monas. Incluso me ha dicho mi madre hoy que son bonitas.
La cosa ha sido un caso de reciclaje en toda regla.
He decidido modificar totalmente uno de los muebles de la batería, que tenía demasiadas separaciones y muy pequeñas, para hacer algo más práctico y espacioso.
He pasado de la foto que podéis ver a la derecha ( para los curiosos, hay dos tarántulas, dos milpiés, un anolis, un viaje de culebritas recién nacidas y mi amigo Antoñito, veraneante navideño del que quizás algún día hable) a uno mueble con solo dos apartados, uno para bichas y otro para las tarántulas. La verdad que me han encajado las medidas sorprendentemente bien. Pura suerteEl nuevo mueble, en la sección tarántulas, tiene 4 acuarios que encajan PERFECTAMENTE de ancho y fondo en el mueble de 80 cm. Como por arte de magia. Y lo curioso es que estos acuaritos son reciclados, me los regalaron en una tienda de animales que modificó la sección peces. He puesto un fluorescente del bricomarian y un cable calefactor que compré en mi aventura alicantina. La tapa la hice a medida con listones de pino y malla metálica, y me costó un huevo y parte del otro que encajase perfectamente, pero al final lo conseguí.
De momento tengo dos tarántulas, el pequeño gecko leopardo macho que me ha regalado Unai y en el de la derecha del todo pondré mis dos hámster chinos, que tengo que traer mañana del pueblo.
A ver si decoro los terrarios de las tarántulas que estoy maravillado de poder verlas.
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